HASTA HACE BIEN POCO…

Hasta hace bien poco, en la tele pasaban anuncios de alcohol en los que se afirmaba que beber hasta embriagarse era “cosa de hombres”, y muchas personas no tenían reparo en beber unas copas antes de subir a su vehículo y conducir.

Hasta hace bien poco, los fumadores encendían sus cigarrillos en cualquier lugar público atestado de gente: en un autobús, en un restaurante, en una reunión de trabajo, en un avión o hasta en un hospital.

Hasta hace bien poco, colocábamos en una misma bolsa de basura los restos orgánicos, los cartones, los envases de plástico o aluminio y hasta pilas o medicinas, y tirábamos la bolsa en el primer contenedor que encontrábamos.

Hoy, estas acciones, además de parecernos barbaridades casi inconcebibles, están penadas por ley en mayor o menor medida.

En el futuro, en los libros de historia, quizás leamos que pocos días antes del inicio de la cumbre del clima en Madrid, el 28 de noviembre de 2019 se publicó en prensa que:

“La concentración en la atmósfera de los principales gases de efecto invernadero —dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O)— marcó un nuevo récord durante 2018”.

Y justo debajo de esta noticia terrible, en los libros leeremos que:

…la Eurocamara aprobó (con 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones) una resolución en la que señalaba que el planeta vivía una «emergencia climática» y Europa se convirtió en el primer continente (pero no el último) donde se aprobó “una resolución advirtiendo de la necesidad de actuar con celeridad”.

 

Por fin:

 

El clamor de la calle llegó a los políticos (se afirmará en los libros de historia) y se promulgaron leyes que favorecieron las energías renovables, se concedieron ayudas a los sectores industriales afectados y se promovió una auténtica revolución social que marcó el futuro de la humanidad.

Y algún día, en el futuro se considerará que…

…extraer y quemar carbón y petróleo era una práctica antigua, una extravagancia impropia de gente civilizada, una inverosímil muestra de ignorancia y una irresponsabilidad vergonzosa (como fumar en un  lugar público, conducir bajo los efectos del alcohol o realizar vertidos incontrolados que contaminan el medio ambiente).