¿Grennwashing? ¿Eso qué es?

 

El greennwashing es una actividad muy relacionada con la publicidad engañosa que llevan a cabo algunas empresas, gobiernos o entidades con el objetivo de “limpiar” su imagen.

Dicho de otro modo, la finalidad del green wash es construir mediante publicidad y marqueting una imagen “verde” y promocionar la empresa o el producto como ecológico, sostenible y no contaminante .

¿El motivo? Vender más (o no perder ventas) porque cada día son más los consumidores que compran productos o contratan servicios teniendo en cuenta el compromiso medioambiental de las empresas.

 

Tipos de greenwashing

 

Una sesión de maquillaje… verde

 

La empresa utiliza palabras e imágenes que legalmente no le comprometen a nada, pero que el consumidor asocia con lo ecológico.

Por ejemplo, en las etiquetas o en los envases leemos palabras como “natural”, “naturaleza” o “de la tierra”, predomina el color verde o vemos imágenes que asociamos con la ecología y la naturaleza como un árbol, un bosque, un cielo azul, un amanecer frente al mar, etc.

 

Verdades que son mentira

 

Convertir una obligación legal en una mejora medioambiental voluntaria es una verdad que no deja de ser mentira.

Para entendernos, cuando vemos en algunas neveras etiquetas en las que la empresa fabricante saca pecho por no utilizar CFC (gases dañinos para la capa de ozono) cuando son gases prohibidos por ley desde 1989 (Protocolo de Montreal).

Vale, el frigorífico no lleva gases dañinos, pero es que no les queda otro remedio porque su uso está prohibido y penalizado.

 

Compromisos que no comprometen

 

Empresas que se comprometen a dejar de contaminar o a ser sostenibles  de aquí a 20, 30 o 40 años. Y que, para colmo, no aclaran o establecen plazos o metas intermedias.

Lo que es cierto es que de aquí a 40 años ni los consumidores ni los fabricantes “comprometidos” nos acordaremos de una promesa que, a día de hoy, no nos obliga a nada.

 

Los peligros del greenwashing

 

El mayor peligro de la publicidad engañosa o sesgada y del lavado de imagen verde es que acrecienta el escepticismo de los ciudadanos (¿para qué preocuparme si todo es un engaño?) y disminuye la capacidad del consumidor para favorecer a las empresas que realmente son ecológicas (¿cómo saber quién miente y quién dice la verdad?

 

Cómo desenmascarar la mentira del greenwashing

 

Mantengámonos alerta, accedamos a la información, no nos dejemos deslumbrar por las maravillas del marqueting, pero tengamos en cuenta que los consumidores no lo podemos hacer todo sin la ayuda de nuestros gestores políticos.

La única manera de saber si la actitud de una empresa es  realmente ecológica y respetuosa con el medioambiente es contar con leyes eficaces, medios económicos para ejercer un control real y medidas para obligar a la empresas a que cumplan con los objetivos medioambientales en sus procesos de producción, distribución y comercialización.

No te rindas: sigamos persiguiendo una sociedad realmente verde.

 

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