Influencers contra el cambio climático

 

 

Entre el 1 y el 4 de agosto, un grupo de amigos se citó en un hotel para hablar sobre el cambio climático y discutir sobre si podían hacer algo para ayudar a que el futuro medioambiental del planeta (y de la humanidad) fuera más halagüeño.

Dicho así, no es noticia.

En cambio, la cosa se pone interesante si explicamos que Larry Page y Sergey Brin (fundadores de Google) organizaron una cumbre en un resort de lujo en Selinunte, en la costa siciliana, y que la mayoría de los asistentes eran famosos y multimillonarios que viajaron hasta Sicilia en jets privados y yates de lujo para hablar sobre el cambio climático.

 

Cumbre en un resort de lujo en Selinunte

 

Concretemos: ¿quiénes acudieron a la cita?

Fueron empresarios como Mark Zuckemberg (fundador de Facebook); Jeff Bezos (fundador de Amazon y hoy el hombre más rico del mundo); Berry Diller (propietario de TripAdvisor y Expedia); Reed Hastings y Marc Randolph (fundadores de Netflix); o David Geffen (fundador de DreamWorks Pictures).

Estrellas de la música y el cine como Katy Perry, los miembros de la banda Coldplay, Stella McCartney, Leonardo Di Caprio, George Clooney, Orlando Bloom, Johnny Depp, Bradley Cooper o Tom Cruise.

Políticos de prestigio mundial como Barack Obama, ex presidente de los Estados Unidos.

Y miembros de la realeza, como el príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle, duquesa de Sussex.

 

 

 

Parece ser, dice la prensa especializada internacional, que fueron 114 los aviones privados que aterrizaron en Palermo procedentes de todo el mundo, desde Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Rusia y otros países. Aunque también hubo quien prefirió llegar en helicóptero o en mastodónticos yates privados.

 

Leerlo duele

 

Dicen los que saben calcular estas cosas que los desplazamientos de toda este ramillete de celebridades habrían generado más de 800 toneladas de CO2 y que el evento le ha costado costará a Google unos 20 millones de dólares.

Incluso da vergüenza ajena saber que el príncipe Harry se descalzó para sentir la tierra bajo sus pies antes de dar su apasionado discurso en defensa del medioambiente.

Sin embargo, si lo miramos fríamente, de manera objetiva, y dejamos de lado los sentimentalismos, puede que llegue a parecernos útil, positivo, necesario y hasta imprescindible que gente tan influyente (tan millonaria y mediáticamente influyente), fije su mirada y su interés en un proyecto común, la preservación del medio ambiente, que afecta hasta al último de los habitantes de la tierra.

 

No subestimemos su influencia y su poder

 

La resonancia y la influencia de estos personajes no tiene parangón con ninguna otra: nosotros y nosotras, la gente de a pie, podemos influir, y lo vamos a hacer, con nuestras pequeñas pero valiosas decisiones.

Pero ellos, con su poder, pueden ser los que catalicen buena parte de los grandes cambios.

No los subestimemos, y tengamos en cuenta que si Leonardo di Caprio aparece en los medios y dice que hay que proteger la Amazonia, millones de personas vamos a escucharle, vamos a creerle y vamos a prestar a lo que ocurre algo más de atención.

 

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