Una barrera gigante para recoger plásticos en el mar

 

Recientemente, la prensa ha dado la noticia de que una gran presa ha sido probada con éxito para recoger y retirar del mar grandes cantidades de basura flotante.

En 2012, cuando se dio a conocer la propuesta inicial, la originalidad del proyecto consiguió un aplauso generalizado y, poco después, ayudas técnicas y patrocinios económicos para desarrollar un primer prototipo y poner en práctica las pruebas iniciales.

En 2014,  el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente otorgó a Boyan Slat, su inventor, un joven de veintipocos años, el premio Campeones de la Tierra, y fue reconocido como uno de los 20 jóvenes emprendedores más prometedores de todo el mundo.

Pero los primeros ensayos no funcionaron como se esperaba.

Entre otras cosas, el primer prototipo de barrera flotante se rompió poco después de ponerse a flote.

Ahora, en un segundo intento en mar abierto, Boyan Slat y su equipo de la fundación Ocean Cleanup han confirmado que ya han empezado a tener éxito en la limpieza de plásticos en la Gran área de basura del Pacífico, entre Hawái y California.

 

 

Según los portavoces de Ocean Cleanup, el sistema, una vez perfeccionado, ha sido eficaz en la recolección de “piezas de desechos plásticos claramente visibles, así como redes fantasmas mucho más grandes asociadas con la pesca comercial, y también microplásticos tan pequeños como 1 mm”.

Sin entrar en detalles, parece que la “gran presa” ideada por Slat es, por fin, una realidad.

Sin embargo, según sus detractores, que también los tiene, la utilización de la barrera tiene un impacto enorme  en los ecosistemas marinos y afecta a la vida marina flotante porque, al parecer, la tecnología de Ocean Cleanup no es lo suficientemente fina como para diferenciar entre la basura y formas de vida animal y vegetal como, por ejemplo, los dragones azules.

 

Dragones azules

 

Es obvio, en nuestra opinión, que no hay “invento” que nazca perfecto: se necesita exigencia, rigor, dedicación, mucha honradez para no lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo y mucha tenacidad para aguantar los fracasos y las críticas.

Por ello, nos gustaría creer que los implicados en el proyecto de la gran barrera van a seguir trabajando y perfeccionando el prototipo hasta que, si llega el caso, sea una buena solución para limpiar los mares de las basuras generadas por lo seres humanos.

Y también nos gustaría creer que sus detractores van a mantenerse alerta hasta que, si llega el caso, la eficacia de la gran barrera sea incuestionable.

 

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